Desc: El árbol de Matías: Dirigida por Pilar Perdomo Munévar. Con Matías Castro Perdomo, Alias ​​Mario, Julia Teresa Munévar, Pilar Perdomo Munévar. Matías, mi hijo de 6 años, ha estado discutiendo con su mejor amigo sobre política. Esto me lo cuenta camino al colegio electoral. Matías me dice que le gustaría votar SÍ en el plebiscito al acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC-EP, porque la guerra mató a su bisabuelo. Nunca lo conocimos. Viajamos al pueblo natal de nuestro padre, Chaparral, con mi padre y una de sus hermanas. Recuerdos, una infancia feliz en el campo como familia campesina trabajadora y humilde. La paz termina cuando la guerra los alcanza. Huyen de la granja. Y un día, mi abuelo Daniel es asesinado delante de su hijo José (para entonces 11 años). Dibujos de miedo y horror. ¿Cómo decirle a un niño qué es la guerra? que injusto es. Después de la muerte de mi abuelo, la familia tuvo que separarse y todos tuvieron que buscar una nueva vida, dejando atrás su pueblo. Las mujeres trabajaban como empleadas domésticas. Los hermanos salieron adelante con mucha determinación, tuvieron a sus hijos y les dieron lo que pudieron. Sólo Libardo, mi padre, iba a la escuela. Tenía dos años cuando mataron a mi abuelo, por lo que no tiene ningún recuerdo de él. Las armas han atraído a algunos de los hombres de la familia. Dos de mis primos fueron a la cárcel por asesinato. Uno de ellos fue asesinado en octubre de 2016. Hace cuatro años, el hijo de mi primo fue herido en combate por los paramilitares, quienes lo reclutaron cuando solo tenía 15 años. Ahora también es padre de dos hijos. ¿Qué tipo de vida querrá para ellos? La atracción de niños y adolescentes por las armas está en todas partes. La venganza por la pérdida de un familiar, el hambre de reconocimiento o simplemente de ser parte de algo los lleva fácilmente por ese camino. Me gustaría que mi hijo, o cualquier hijo, comprendiera que las armas sólo traen dolor y pérdida. Que los caminos no se repitan. Como mi padre, que logró construir una vida diferente. Gracias a eso mi hermano y yo hemos tenido una vida diferente. Esa es la esperanza que puede iluminar la vida de mi hijo, y la de todos los niños de Colombia..